Camino de Jinama

Jinama es uno de los miradores más importantes de la isla a 1.230 metros sobre el nivel del mar, desde el que podremos admirar el Valle de El Golfo en toda su extensión. Junto al mirador, se levanta la ermita de la Virgen de la Caridad, a la que se encomendaban los caminantes para pedir protección durante el tránsito o agradecer el regreso a los pueblos del interior. Desde esta construcción nace un sendero que se utilizaba para la trashumancia entre el valle de Frontera y la meseta de Nisdafe.
                                                
Panel informativo


El Valle de El Golfo  



Partiendo del mirador de Jinama, en la parte más alta de la meseta de Nisdafe, un cartel nos informará de que estamos entrando en el Parque Rural de Frontera, el más grande de los espacios naturales protegidos de El Hierro, y del que no saldremos hasta la llegada a la población de Frontera, al final del tramo. El sendero desciende pronunciadamente con un empedrado bien pronunciado que nos acompañará durante la mayor parte del recorrido. A unos 400 metros del mirador de Jinama, según descendemos, encontraremos una zona de descanso construida de piedra que hace las veces de mirador.


Cartel informativo: Parque Rural de Frontera.



Tramo empedrado del camino



Debido al fenómeno de la “lluvia horizontal”, muy frecuente en la isla, provocado por los constantes vientos alisios que originan el conocido “mar de nubes” sobre el Valle de El Golfo, se crea un ambiente muy húmedo que da lugar a una peculiar vegetación. Por este motivo, aparecen  especies propias de la laurisilva, como el brezo (Erica arborea), la faya (Myrica faya), el acebiño (llex canariensis), el laurel canario (Laurus azorica), el mocán (Visnea mocanera) y madroños (Arbutus unedo).  De esta última especie se encuentran identificados ejemplares especialmente voluminosos a lo largo del sendero, como el Mocán de la Sombra y el Mocán de los Cochinos, lugar de descanso para los habitantes que realizaban las “mudadas” desde el interior hasta el Valle de El Golfo. Debe su nombre a que sus raíces se utilizaban para atar a los animales durante la parada.


Mocán de la Sombra



Mocán de los Cochinos



Después de recorrer unos 1.500 metros nos encontramos con  El Miradero, una zona de descanso situada en una curva abierta del camino, en donde se puede apreciar una espectacular panorámica del Valle de El Golfo.  A unos 1.800 metros de allí, a la izquierda del camino, en sentido descendente, aparece la Fuente de Tincos, conocida desde antaño por los transeúntes que paraban a beber de ella.


El Miradero



A unos 600 metros sobre el nivel del mar, nos encontramos con los primeros cultivos. A la derecha del camino, en esta zona de cultivos, se levanta una cruz de madera en memoria de los difuntos. Un poco más abajo, aparece un majestuoso ejemplar de pino canario (Pinus canariensis), el único que encontraremos en todo el tramo. A partir de aquí, abandonaremos la senda para transitar por una vía asfaltada que entra en un núcleo de edificaciones, Frontera. El camino finaliza en esta localidad con la llegada a la plaza y a la iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria.


Vista de los cultivos


Cruz de madera 



 Panorámica de la localidad de Frontera  


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